viernes, 7 de marzo de 2014

Música

Pensar que hoy pasó algo especial, algo que no imaginé ni por un momento. Después de pasar dos días en casi absoluta depresión por razones de mi subconsciente hoy fui al ensayo de la orquesta y al verlo, y al verlos a los demás, y al escuchar los violines estudiando y al sentir lo que se venía una chispa se encendió en mi alma, entonces me invadió la felicidad que escondía en mi ser, ¿y por qué razón pasó eso?, tuve que meditarlo un momento, tal vez tenga que seguir meditándolo más, pero por el momento tengo la respuesta más acertada: era la música, eran los recuerdos que me traía ver a todos en ese instante, eramos todos y yo formando parte de ellos, formando parte de algo. Ahora sé que no importa lo que me falte, si está la música ahí, si están esos recuerdos, esa chispa, esa vibración que sólo se da en una orquesta, en un ensamble, en un ambiente musical, en un lugar donde todos tenemos algo en común que nos identifica, estaré feliz, tendré ánimos para lo que venga, y así quiero que siga, y lucharé por eso, porque mi vida es arte, pero por encima de todo es música, esa música, la de uno y la de todos, la que conecta cada ser y lo hace brillar en forma invisible a los ojos, la que puede ser disfrutada a la vez que interpretada.

No volveré a subestimar la música, es más poderosa de lo que imaginé y me lo seguirá demostrando en cada ser en el que se encuentre, en cada momento en el que se presente, en cada eternidad y en cada infinito. No es un "sólo" la música, es un siempre la música

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